El Papa Francisco almorzó con
los participantes del Seminario
Internacional dedicado a la propuesta del Sumo Pontífice en la Exhortación
apostólica Evangelii gaudium para ''Una economía siempre más inclusiva'', que
tuvo lugar en la Casina Pío IV del Vaticano.
En uno de los pasajes de su mensaje dirigido a los comensales, se refirió al “reduccionismo antropológico”, cuyo
momento más fuerte-según el pontífice- es el que se vive en el presente, y que
lleva al hombre a perder su humanidad y convertirse en una herramienta del
sistema social, económico, un sistema gobernado por el desequilibrio.
Según el Papa Francisco, cuando
el hombre pierde su humanidad se llega a una política o actitud de “descarte”,
porque el ser humano no está en el centro, por lo que era necesario salvarlo o sea hacer que vuelva al centro de
la sociedad, al centro de los pensamientos, al centro de la reflexión.
El Sumo Pontífice, destacó que
“se descartan los niños, porque el nivel de natalidad -por lo menos aquí en
Europa- lo conocemos todos; se descartan los ancianos porque no sirven. ¿Y
entonces? Se descarta toda una generación de jóvenes y esto es gravísimo. He
visto una cifra: 75 millones de jóvenes, menores de 25 años, sin trabajo”
En otro momento se refirió a “los
jóvenes 'ni-ni': ni estudian. Ni trabajan. No estudian porque no tienen
posibilidad y no trabajan porque no hay trabajo. ¡Es otro descarte! ¿Cuál será
el próximo? Detengámonos a tiempo ¡por favor!''.
Al
final el Papa dio nuevamente las gracias a los comensales por su labor y sus
iniciativas para ''ajustar esta situación desequilibrada y recuperar al hombre
poniéndolo otra vez en el centro de la reflexión y de la vida''. ''¡Es el rey
del universo! -exclamó- Y esta no es teología, no es filosofía, es realidad
humana. Así saldremos adelante''(resumen Centro de Noticias Ciudad del
Vaticano, agencias).