
El Secretario General de Naciones Unidas, António Guterres, lamentó profundamente la pérdida de vidas y los daños causados por el terremoto acontecido el domingo 12 de noviembre en la frontera entre Irán e Iraq.
El seísmo fue de 7,3 grados en la escala de Richter y causó la muerte de más de 320 personas y cerca de 4.000 heridos, según informaron fuentes del Ministerio del Interior de Irán.
El titular de la ONU expresó sus condolencias a las familias que perdieron algún ser querido y a los gobiernos de ambos países.
Guterres ofreció la asistencia de Naciones Unidas en caso de ser necesaria, y encomió los esfuerzos de respuesta local que se pusieron en marcha tras el terremoto.
La coordinadora humanitaria de la ONU en Iraq, Lise Grande, destacó que un equipo de evaluación de daños acaba de llegar a la ciudad de Darbandikhan, uno de los lugares más afectados por el seísmo.
Además, se enviará a la zona un Equipo de las Naciones Unidas de Evaluación y Coordinación en Casos de Desastre (UNDAC), tras la solicitud del gobierno iraquí. (Fuente: Centro de Noticias ONU)
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