
La regulación incluye una serie de normas que velan por la seguridad tanto de los pasajeros, como de los mecánicos e incluso de los equipos de socorro en caso de accidente.
Hay dos tipos de vehículos de hidrógeno, los de combustión, que queman hidrógeno líquido para producir energía y emiten vapor de agua; y los de pilas de combustible, que convierten el hidrógeno vaporizado en energía eléctrica.
Esos vehículos, que pueden recorrer hasta 500 kilómetros sin recargarse y sin emitir gases que dañen al medioambiente, se fabrican en países como Corea del Sur, pero debido a la falta de reglamentación internacional aún no se producen ni se venden a gran escala.(Centro de Noticias ONU)
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