
En un comunicado, ha especificado que los empleados afectados serán los relacionados con los procesos industriales de la planta catalana --producción y corporativos vinculados a la producción--, y ha afirmado que mantendrá su presencia y actividad comercial en España, y sus oficinas centrales en el país seguirán en Palau.
La compañía ha sostenido que la decisión se engloba dentro de una redefinición del negocio de Yamaha a nivel mundial, "condicionado por el descenso de ventas y por un marco económico desfavorable a corte y medio plazo".
Ha asegurado que en todo el mundo, y en Europa en particular, se está registrando un descenso prolongado de la cifra de ventas que obliga a la empresa a tomar medidas para reestructurar su capacidad industrial(resumen agencias)
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