Exige a los fabricantes participantes que destinen el 20% de sus vacunas, medicamentos y pruebas a la OMS durante una pandemia para garantizar el acceso de los países más pobres.
La decisión fue tomada en el marco de la Asamblea Mundial de la Salud, celebrada en Ginebra, y recibió una ovación por parte de las delegaciones nacionales presentes.
El tratado busca evitar errores cometidos durante la pandemia de COVID-19, especialmente la falta de preparación que se evidenció en la escasez de productos médicos críticos, como mascarillas para personal sanitario y equipos de oxígeno, y el acceso desigual a las vacunas.
El costo humano de la COVID-19 fue devastador: más de siete millones de vidas se perdieron según cifras oficiales. Sin embargo, la OMS estima que la cifra real, considerando el impacto directo e indirecto del virus, podría ser al menos el doble.
El tratado representa un paso clave hacia una respuesta más equitativa y coordinada ante futuras emergencias sanitarias globales.(Fuente: Noticias ONU, Foto:OMS/ Pierre Albouy)
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