Durante la Cumbre Global “AI for
Good” (Inteligencia Artificial para el Bien) -que tiene
lugar en Ginebra-, la Organización
Mundial de la Salud (OMS), la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) y la Organización
Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) presentaron un nuevo informe que muestra cómo estas dos áreas pueden unirse para ofrecer una
atención más segura, personalizada y accesible.
El estudio es parte de la Iniciativa
Global sobre IA para la Salud y busca guiar a países y comunidades en
el uso responsable de esta tecnología, sin
perder de vista la protección del conocimiento ancestral y la soberanía
sobre los datos.
El informe da ejemplos concretos de cómo se
está usando la IA en varias partes del mundo: desde diagnósticos
con ayuda de algoritmos en la medicina ayurvédica en India,
hasta modelos de aprendizaje automático que identifican plantas
medicinales en Ghana y Sudáfrica. También se mencionan investigaciones
en Corea del Sur que usan IA para analizar compuestos
tradicionales con potencial para tratar enfermedades de la sangre.
Soluciones tecnológicas seguras y
éticas
“La idea es que todos los países puedan
beneficiarse de estas soluciones tecnológicas, pero garantizando
de que sean seguras, efectivas y éticas”, explicó Seizo
Onoe, director de Estandarización de la UIT.
El informe también destaca el valor de
contar con datos de buena calidad y diseñar tecnologías que
involucren a las comunidades locales.
Iniciativas como la Biblioteca Digital del
Conocimiento Tradicional en India y la Biblioteca Virtual de
Salud en América Latina muestran cómo la inteligencia artificial
puede ayudar a preservar estos saberes, evitar su explotación y
promover colaboraciones justas.
El director general adjunto de la OMPI,
Edward Kwakwa, afirmó que la propiedad intelectual también juega un
papel clave para integrar la IA en la medicina tradicional y
garantizar que los pueblos indígenas puedan proteger sus conocimientos
y beneficiarse de ellos.
Respetar la soberanía de los datos
indígenas
El informe insta a respetar la soberanía de
los datos indígenas, promoviendo marcos legales claros,
modelos de gobernanza y prácticas que garanticen el consentimiento
libre, previo e informado de las comunidades.
Asimismo, pide que se invierta en la alfabetización
digital y la protección del conocimiento ancestral
mediante tecnologías responsables.
Según las agencias de la ONU, algunos
casos en Canadá, Nueva Zelanda y Australia han demostrado que es
posible desarrollar modelos de gobernanza de datos liderados por
las propias comunidades.
La IA no debe convertirse en un nuevo
frente de explotación
El estudio subraya el enorme potencial de la
inteligencia artificial en un mercado global de medicina
tradicional que alcanzaría 600.000 millones de dólares en 2025.
Sin embargo, esa tecnología no debe
convertirse en un nuevo frente de explotación, dijo la responsable de
Sistemas de Salud de la OMS.
“Debemos asegurarnos de que las comunidades sean protagonistas,
no solo observadoras”, enfatizó Yukiko
Nakatani. (Fuente: Noticias ONU, 11.07.2025; Foto: OMS/TDR/Simon Lim).
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