
En tanto, el gobierno boliviano convocó al gobierno y al pueblo de Libia a realizar esfuerzos para resolver la crisis por vías pacíficas, al margen de cualquier "injerencia" externa, según un comunicado de la cancillería.
Por su parte Venezuela mantenía contactos a nivel de su Cancillería a cargo de Nicolás Maduro y crecía la expectativa por la actitud que tomaría el gobierno del Presidente Hugo Chávez, país que se especuló podría albergar al gobernante libio en caso de producirse su salida del poder.
Los demás países latinoamericanos, a excepción de Brasil, Perú, Chile, Costa Rica y Paraguay que apostaron por la condena, se han mantenido en silencio.hasta el momento(resumen agencias)
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