
El pontífice pidió que "la paz y la dignidad humana venzan a las tinieblas de la división, del odio y la violencia" en Oriente Medio y reclamó "solidaridad" para los inmigrantes y refugiados africanos.
Benedicto XVI , había ingresado con hábitos litúrgicos dorados a la plaza San Pedro del Vaticano en el papamóvil, saludando a los fieles que se congregaron desde temprano para participar en las celebraciones y recibir la bendición papal.
A Europa, el llamado del papa estaba dirigido de forma indirecta a los líderes de este continente, que apoyaron la decisión de la ONU de intervenir en Libia. "Que se favorezca el acceso a las ayudas humanitarias a cuantos sufren las consecuencias de la contienda", pidió.
El pedido del papa atañe también a los dirigentes europeos que han multiplicado sus declaraciones xenófobas, al punto de que estudian medidas para limitar el ingreso y la circulación en Europa de miles de inmigrantes.
El Santo Padre, sin nombrarlo aludió al presidente francés Nicolás Sarkozy, quien está pensando solicitar a sus colegas europeos revisar el otorgamiento indiscriminado de la visa schengen,a los inmigrantes y desplazados de los recientes conflictos en el norte de Africa.
Tras transmitirse el mensaje, monseñor Giovanni Innocenzo Martinelli, obispo de Tripoli, quien reside en ese país desde hace más de 30 años en la capital libia, comentó a la emisora Radio Vaticano: "Creo que los occidentales no tienen la voluntad de abrir el diálogo". (resumen agencias)
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