Financiado por el Gobierno de Australia durante un periodo inicial de 22 meses, el programa busca preparar y vincular a refugiados calificados con oportunidades de empleo en sectores con escasez de mano de obra, especialmente en Australia y países vecinos.
“Cuando invertimos en el potencial de las personas migrantes, abrimos la puerta a un futuro donde las habilidades pesan más que el estatus”, afirmó Amy Pope, directora general de la OIM. Filippo Grandi, alto comisionado de ACNUR, destacó que la iniciativa “abre vías legales al empleo y apoya tanto a los refugiados como a las economías anfitrionas”.
La propuesta se perfila como un modelo replicable a nivel global. Entre 2019 y 2023, solo 183.000 refugiados calificados obtuvieron visados laborales en países desarrollados, lo que revela un enorme potencial aún desaprovechado.(Fuente: Noticias ONU, 21.07.2025; Foto: UNHCR/Diana Diaz).
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