El informe revela que productos como jarabes infantiles han sido adulterados con químicos industriales como dietilenglicol (DEG) y etilenglicol (EG), utilizados como disolventes y anticongelantes, pero potencialmente letales si se ingieren.
Solo desde 2022, la OMS ha emitido siete alertas por productos médicos contaminados, tras casos trágicos en países como Gambia, Indonesia y Uzbekistán, donde al menos 334 niños murieron tras consumir medicamentos contaminados vendidos sin receta.
El informe identifica fallas estructurales en la cadena global de suministro, incluyendo etiquetado falso, sustitución de excipientes seguros por tóxicos y una débil supervisión regulatoria, especialmente en países de ingresos bajos y medios. También denuncia la participación de redes criminales que aprovechan vacíos legales y plataformas en línea para distribuir productos falsificados. (Fuente: Noticias ONU, 24.07.2025, Foto: Banco Mundial/Simone D. McCourtie).
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