Después de la Audiencia General del miércoles, el Papa Francisco pidió, en el contexto de
la Jornada Mundial del Agua
instituida por la ONU hace 25 años,
que el acceso al agua potable se convierta “en un bien de todos”.
El Santo Padre realizó
esta petición cuando saludó a los participantes en la Convención “Cuencas
fluviales: Renovando los valores del agua para un mundo sediento”,
promovido por el Pontificio Consejo para
la Cultura, y el Capitolio Argentino
del Club de Roma.
El Papa recordó que,
precisamente el martes, también se celebró la Jornada Mundial de los Bosques, estrechamente vinculada con la Jornada Mundial del Agua.
“Que este encuentro sea
una nueva etapa en el empeño conjunto de varias instituciones para sensibilizar sobre la necesidad de tutelar el agua como un bien de todos, revalorizando también su significado cultural y religioso.
Animo, en particular, a continuar con vuestros esfuerzos en el campo educativo, con propuestas
dirigidas a los niños y a los jóvenes”, dijo el Pontífice en su saludo.
Este año, la Jornada
Mundial del Agua tiene como lema “Aguas
residuales”. El objetivo es que la población tome conciencia de que la
mayor parte de las aguas residuales
generadas en los hogares, ciudades, industrias y actividades agrícolas regresan al medio ambiente sin haber sido depuradas.
Además del grave perjuicio que ello ocasiona al ecosistema, las aguas residuales provocan serios problemas de salud a la población.
Según datos de la ONU, 630 millones de personas carecen en el mundo
de agua potable de calidad. Desde el
año 1900, 11 millones de personas han muerto,
y 2.000 millones se han visto afectadas por la falta de acceso a agua potable.(Fuente: ACIprensa).
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