El Comité de Emergencia, formado por expertos
independientes, reconoció que, en general, el aumento en el número de
casos ya no va a acompañado de incrementos en las muertes y presión
en los sistemas sanitarios gracias a una mayor inmunidad de la población.
Sin embargo, acordó unánimemente que la pandemia sigue cumpliendo los
criterios de un acontecimiento extraordinario y que “la aparición
y la propagación internacional de nuevas variantes del SARS-CoV-2
pueden presentar un impacto sanitario aún mayor”.
“Las nuevas olas del virus demuestran que
el COVID-19 está lejos de terminar. A medida que el virus
empuja, tenemos que contratacar”, dijo el director de la Organización
Mundial de la Salud en rueda de prensa.
Los casos notificados a la OMS han
aumentado un 30% en los últimos quince días.
La agencia sanitaria declaró por primera vez
el nivel más alto de alerta para el COVID-19, conocido como
Emergencia de Salud Pública de Preocupación Internacional, el 30 de enero
de 2020.
La semana que viene, el Comité se reunirá para
evaluar si la viruela del mono constituye una emergencia, después
de que el pasado 25 de junio decidieran no declarar la alerta. Los casos
ascienden ya a 9200 en 63 países. (Fuente:
Noticias ONU,Foto: FMI/James Oatway).
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