El Papa
Francisco renunció a las comodidades que las aerolíneas acostumbran a dar a los
Sumos Pontífices en viajes largos y por el contrario dio órdenes precisas a la
administración de El Vaticano para que Alitalia evite darle un trato especial
en su viaje a Río de Janeiro, donde
presidirá la Jornada Mundial de la Juventud del 22 al 28 de julio.
Francisco, viajará sentado en primera clase, en un asiento en las filas cerca de las salidas
de emergencia, para poder estirar las piernas, como hizo el 26 de febrero
cuando salió desde Buenos Aires hacia Roma para participar en el cónclave, en
el que fue elegido papa el 13 de marzo.
Continuando con las
innovaciones que el papa ha dispuesto, el avión -un Airbus 330- partirá desde
el aeropuerto de Fiumicino por donde abordan los pasajeros para evitar las
molestias que originarían usar el aeropuerto militar de Ciampino.
De esta manera el Papa
Bergolio busca hacer más más simples todos los procedimientos de su viaje,
siguiendo la nueva tónica que viene impulsando en sus actos.(resumen agencias)
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