Hay pocas imágenes que evocan las palabras "vasta" e "interminable" con tanta eficacia en
la imaginación humana como las del océano y la vida que contiene.
Los océanos y los mares constituyen dos tercios de la superficie del mundo, y debido a su profundidad, incluso más del 99% del entorno habitable de la
tierra.
“La vida de los océanos está sometida actualmente a una fuerte presión por, entre
otras cosas, el cambio climático, la
contaminación, la pérdida de hábitats costeros y la sobreexplotación de las especies marinas. Alrededor de un tercio de las poblaciones de peces
comerciales están sobreexplotadas y
muchas otras especies, desde los albatros hasta las tortugas, están amenazadas por el uso insostenible de los recursos
oceánicos”,
alerta el Secretario General de la ONU en su mensaje para el Día Mundial de la Fauna Silvestre.
Este año, la celebración tiene por primera
vez como tema la vida subacuática,
donde existen 200.000 especies identificadas,
pero en realidad son millones. La fauna
marina ha sido el medio de vida para la civilización
y el desarrollo durante milenios, suministra alimentos y materiales para la artesanía
y la construcción.
“Las especies marinas proporcionan
servicios ecosistémicos indispensables. El plancton
enriquece la atmósfera con
oxígeno, y el sustento y
los medios de vida de más de 3000 millones de personas dependen de la biodiversidad marina y costera”, expresa António Guterres.
Además, se estima que los recursos marinos y costeros y las industrias basadas
en ellos tienen un valor de al menos 3 billones de dólares al año,
lo que representa aproximadamente el cinco por ciento del PIB mundial.
Lamentablemente, como
lo describe el titular de la ONU, la capacidad de la vida marina para continuar proporcionando a
la humanidad todos estos recursos se complica cada vez más, ya
que los océanos y las especies que los habitan se están viendo amenazados por diversos
peligros como la sobreexplotación,
la pesca no sostenible y otras prácticas
de extracción de especies marinas, y también otras
grandes amenazas como los efectos del cambio climático, la contaminación
marina y la destrucción del hábitat.
“De 5 a 12 millones de toneladas
de
plástico ingresan al océano cada año, lo que amenaza la salud de innumerables especies,
desde el zooplancton más pequeño
hasta las ballenas más grandes. Se
requiere cooperación internacional
para abordar cuestiones relacionadas con la sobrepesca. Esto varía mucho entre especies y regiones.
Por ejemplo, más del
60% de las poblaciones de peces en el Mediterráneo y el Mar Negro
se pescaron en niveles biológicamente
insostenibles en 2015”, dijo el Administrador
del Programa de las
Naciones Unidas para el Desarrollo, Achim Steiner,
durante un evento en la sede de la ONU
en Nueva York para celebrar el Día Internacional.
Steiner asegura que, para
revertir estas tendencias, en una era dominada por el cambio climático, se requiere de un"
cambio radical "en la forma en que se gestionan las actividades
basadas en el océano y en la tierra, en sectores que van desde la pesca hasta la agricultura y la gestión de
residuos.
“La
buena noticia es que existen soluciones.
Por ejemplo, cuando las pesquerías
se gestionan científicamente, la
mayoría de las poblaciones de peces tienen buenas perspectivas de recuperación”, expresa el Secretario
General. (Fuente: ONU Noticias).
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