Un nuevo informe del Banco Mundial lanzado este martes destaca que el mundo afronta una nueva
“crisis invisible de calidad del agua”, que reduce en un
tercio el potencial de crecimiento económico en zonas altamente contaminadas y amenaza
el bienestar de las personas y el medio ambiente.
El estudio
titulado “La Calidad desconocida: La crisis invisible del agua” muestra
cómo la combinación de varios elementos como bacterias, aguas residuales, productos químicos y material plástico puede llegar a “absorber el oxígeno” de los suministros
de agua y convertirla “en
veneno para las personas y los
ecosistemas”.
El Banco
Mundial señala que esta carencia de agua
limpia limita una
tercera parte el
crecimiento económico e insta a prestar atención a este peligro de “manera inmediata” tanto a escala mundial, como nacional y local, y
tanto en los países desarrollados
como los que se encuentran en desarrollo.
El
presidente de la institución, David Malpass, destacó que disponer de agua limpia es un “elemento clave” para el progreso
económico y que el deterioro
de su calidad “frena ese crecimiento, empeora las condiciones de salud, reduce la producción de alimentos y exacerba la pobreza en muchos países”.
Malpass señaló que los gobiernos han de tomar medidas inminentes para frenar el
problema de la contaminación del agua
“de modo que los países puedan crecer más rápidamente de forma equitativa y ambientalmente
sostenible”.
El problema del nitrógeno en los fertilizantes
El informe destaca que uno de los “factores
clave” que interviene en la mala calidad del agua es el nitrógeno
usado como fertilizante agrícola que
se convierte en nitratos al llegar a
ríos, lagos y océanos.
La exposición temprana a estos nitratos perjudica el crecimiento y el desarrollo cerebral de los niños,
afectando su salud y “su potencial
de ingresos en la edad adulta”.
El estudio
también señala una correlación entre la caída del rendimiento agrícola y el aumento de la salinidad de aguas y suelos a consecuencia de las sequías intensas, las marejadas ciclónicas y el incremento de
las extracciones de agua.
El Banco
Mundial estima que a causa de la salinidad
de las aguas se pierde
anualmente una cantidad de alimentos suficiente para 170 millones de personas.
Entre
las medidas propuestas para mejorar
la calidad del agua, el informe propone la adopción de políticas y normas ambientales; un seguimiento detallado de las cantidades de contaminación; sistemas efectivos de
monitoreo y control de las normas;
crear una infraestructura de tratamiento del agua respaldada con incentivos
para la inversión privada; y difundir mensajes “veraces y precisos” que sirvan para impulsar la participación ciudadana. . (Fuente: ONU
Noticias)
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