Rusia afirmó que acatará la resolución que adopte la mayoría de la población siria, en cuanto a la dirección política que debe tener este país. Así se expresó el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguei Lavrov, citado por la agencia Ria Novosti.
De otro lado, Lavrov descartó de plano, que su país atienda pedidos dirigidos a su gobierno tendientes a solicitarle que participe en acciones que conduzcan a la dimisión voluntaria del presidente sirio Bachar Al Assad. Fue antes de sostener conversaciones en Moscú con el representante de la ONU, Kofi Annan.
Según Lavrov, la postura de Moscú de permanecer al margen en este asunto no tiene que ver con preferencias personales, simpatía o antipatía hacia el presidente sirio. El Canciller ruso consideró que Assad no dimitirá porque cuenta con el respaldo de una parte muy considerable de la población de ese país, y no tanto porque Rusia lo defienda. Más bien destacó la necesidad de que se cumplan con los acuerdos sobre Siria suscritos recientemente en Ginebra.
Rusia ha presentado un borrador para extender por tres meses la Misión de Observación de la ONU en Siria (UNSMIS) cuyo mandato expira en la noche del 20 al 21 de julio. Occidente se muestra reacio a prolongar el trabajo de 300 observadores a menos que la resolución, tal y como propone Gran Bretaña, amenace a Damasco con sanciones conforme al Capítulo 7 de la Carta de Naciones Unidas, con las cuales el gobierno ruso discrepa.
Annan, se ha reunido recientemente con el presidente Vladimir Putin, para analizar la situación en Siria, donde desde la violencia ha cobrado más de 17.000 víctimas desde marzo de 2011, según la ONG opositora Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), con sede en Londres.(Resumen agencias)
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