El nuevo
gobierno de Grecia enfrenta la amenaza de un corte de los fondos de rescate, en
caso incumpla con el programa que tiene pactado con la troika; sin embargo, el
nuevo discurso de las autoridades griegas va por el rumbo a no prorrogar dicho
programa o cooperar con los inspectores
internacionales que lo supervisan.
Grecia ha iniciado una ofensiva diplomática tratando de convencer a sus pares europeos
con miras a intentar renegociar los acuerdos con la Comisión Europea, el Banco
Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional.
El programa
de rescate europeo para Grecia, parte de un paquete de rescate de 240.000
millones en el que también participa el Fondo Monetario Internacional (FMI),
expira el 28 de febrero. De no renovarse, Atenas podría incumplir sus
necesidades de financiación y dejar a sus bancos sin el apoyo de liquidez del
banco central, informaron las agencias de noticias.
Tanto la Canciller
Angela Merkel, como el directorio del Banco Central Europeo no parecen tan prestos a acceder a las propuestas griegas, y
están a la espera de un programa creible de parte de Grecia, cuyo flamante primer
ministro Alexis Tsipras prometió a su pueblo que habían terminado cinco años de
austeridad, humillación y sumisión.(resumen agencias)
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