El Santo Padre pidió garantizar
ese derecho de forma efectiva en los ordenamientos
jurídicos de los Estados y se
reconoció dolorido cuando observa cómo en algunos países no se da prioridad a
esta materia y más aún cuando se quita lo que estaba escrito y se niega
este derecho humano que es fundamental para la paz.
Yo me pregunto si en medio de esta ‘tercera guerra mundial a
pedacitos’ que estamos viviendo, no estamos en camino hacia la gran guerra
mundial por el agua”, expresó el Pontífice.
Para ejemplificar la dimensión del problema del acceso al agua, se
remitió a cifras de las Naciones Unidas: “cada día mil niños mueren a causa de
enfermedades relacionadas con el agua; millones de personas consumen agua
contaminada”, por lo que, según el Papa Francisco es urgente tomar conciencia
de la necesidad del agua y de su valor esencial para el bien de la humanidad
En definitiva, lo que pidió el Pontífice es situar el derecho al
acceso al agua en el lugar que le corresponde. “En este compromiso de dar al
agua el puesto que le corresponde, hace falta una cultura del cuidado y,
además, fomentar una cultura del encuentro en la que se unan en una causa común
todas las fuerzas necesarias de científicos y empresarios, gobernantes y
políticos”, dijo.
“El respeto del agua –continuó– es condición para el ejercicio de
los demás derechos humanos. Si acatamos este derecho como fundamental,
estaremos poniendo las bases para proteger los demás derechos. Pero si nos
saltamos este derecho básico, ¿Cómo vamos a ser capaces de velar y luchar por
los demás?”.
Según dijo en su intervención en el acto de clausura del Seminario organizado
por la Pontificia Academia de las
Ciencias, la falta de acceso al agua potable “hace que nuestra casa común
sufra tanta miseria y clame por soluciones efectivas, realmente capaces de superar
los egoísmos que impiden la realización de este derecho vital para todos los
seres humanos”.
“Cada Estado está llamado a concretar, también con instrumentos
jurídicos, todo lo indicado por las Resoluciones aprobadas por la Asamblea
General de las Naciones Unidas desde
2010 sobre el derecho humano al
agua potable y el saneamiento..
El Papa Francisco también se refirió a las responsabilidades que corresponden a cada actor no estatal , de igual modo a la educación de las nuevas generaciones en la toma de conciencia sobre la gravedad de esta situación. (Resumen texto ACIprensa).
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