Para
ilustrar la escala del desafío que aún afrontan los Estados en la lucha contra el tabaco,,
el jefe de la ONU en Ginebra, Michael Møller, destacó el hecho de que hay 1100 millones de fumadores en la actualidad, el
80% de los cuales están en países de
bajos y medianos ingresos.
La carga que esto crea es inmensa, en términos de coste de salud causados
por enfermedades relacionadas con el
tabaco, dijo Møller, antes de pedir que se establezca un vínculo entre las medidas de control del tabaco y las
estrategias de desarrollo sostenible.
“Fumar es
un problema de desarrollo, porque golpea a los más vulnerables y provoca tensiones en los sistemas sanitarios, alimentando un círculo vicioso de pobreza y desigualdad”, explicó Moller, que añadió: Alcanzar
la Agenda 2030 y disminuir la carga de enfermedades no
transmisibles requiere una acción temprana y generalizada a
todos los niveles”.
Casi dos
tercios de los 181 países que
firmaron el Convenio Marco para el Control del Tabaco han adoptado estrategias para “prevenir la interferencia de la industria tabaquera con las medidas de
control”, informó la Organización
Mundial de la Salud(OMS) durante una
reunión celebrada en Ginebra.
Como
resultado del Convenio Marco, los países han aumentado los impuestos al tabaco, han establecido zonas
libres de humos y han obligado a
los fabricantes a colocar avisos sobre el daño que su consumo
puede causar a la salud.
Sin
embargo, pese a estos avances, “no es un
momento para la complacencia”, aseguró la doctora Vera Luiza Da Costa e
Silva, directora de la Secretaría
del Convenio.
“Con sus astronómicos presupuestos, la
industria tabaquera continua sus furiosos esfuerzos para
socavar el cumplimiento de nuestro acuerdo”, dijo.
Según el informe sobre el progreso mundial contra el tabaco 2018, el 85% de los Estados
parte han prohibido la venta de tabaco a menores y un número creciente de países
han aumentado la edad mínima para
su compra.
Un progreso desigual
Los avisos sobre lo perjudicial que puede
ser para la salud también se requieren en casi un 90% de los Estados
miembros del Convenio, mientras otros 14 están poniendo en
marcha, o planean hacerlo, medidas para
envasados simples o estandarizados.
Además,
el diagnóstico del tabaquismo y los tratamientos para superarlo están incluidos en más de dos tercios
de los países, un significante avance comparado con
2016, cuando sólo eran la mitad.
Sin
embargo, el progreso hacia el cumplimiento de varios artículos
se mantiene desigual, con porcentajes que varían entre un 13 y un
88% dependiendo de los países.(Fuente:
Noticias ONU).
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