António Guterres calificó en la fecha, “como un honor”asistir a la inauguración del Consejo de Derechos Humanos y subrayó
la importancia de la Declaración
Universal de Derechos Humanos, que este año
cumplirá su septuagésimo aniversario.
Guterres destacó
que la Declaración es “un poderoso instrumento que ha ayudado
a transformar el mundo en que vivimos” y que sirve
para reconocer la igualdad y la dignidad de todos los seres humanos.
Además,
señaló que la mejor estrategia ante
la prevención de conflictos es el respeto de los derechos
humanos. Despreciarlos condujo “a los
actos de barbarie cometidos durante la Segunda
Guerra Mundial”.
También
explicó que solo se logrará alcanzar los
objetivos establecidos en la Agenda
2030 a través del cumplimiento y la defensa de los
derechos humanos.
Entre los
adelantos destacados en materia de garantías
fundamentales, Guterres señaló
el avance en los derechos de la mujer, del niño, las
víctimas de discriminación racial y religiosa, los pueblos
indígenas y las personas discapacitadas.
Aunque, a
su vez, advirtió que los enunciados
de la Declaración Universal no se
encuentran reflejados con la situación en el terreno.
Entre los
diversos problemas relacionados con
los derechos humanos mencionó la desigualdad de género, la corriente de xenofobia,
racismo e intolerancia, la negación
de los derechos de los migrantes y los ataques a los medios de
comunicación.
Otra de
las dificultades en materia de garantías
fundamentales que Guterres observó
es que todavía hay una cierta resistencia por
parte de los países a respaldar las acciones de Naciones
Unidas en materia de derechos humanos.
“Debemos
superar la falsa dicotomía entre derechos humanos y soberanía
nacional. Los derechos humanos y la soberanía nacional van de la
mano. No hay contradicción entre ellos”, destacó el Secretario
General. (Fuente: Noticias ONU).
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