Entre
2016 y 2018, siete países y territorios de la región de las Américas han notificado casos de fiebre amarilla informó en la fecha la Organización Panamericana de la
Salud .
Bolivia, Colombia, Ecuador, Guyana Francesa, Perú, Surinam y Brasil reportaron la enfermedad
en este período, la mayoría de contagios
ocurrieron en este último país,
incluidos en los estados de Sao Pablo
y Rio de Janeiro, donde el virus no se había notificado en muchos
años.
La Organización Mundial de la Salud recomienda
la vacunación contra la fiebre amarilla para viajeros internacionales que visiten
veintiún estados de Brasil. La determinación de nuevas áreas
consideradas en riesgo de trasmisión de fiebre amarilla es un proceso continuo, llevado a cabo por la OMS del que brinda actualizaciones
regularmente.
Las autoridades de Brasil lanzaron una campaña de
vacunación masiva en los estados de Río de Janeiro, Sao Paulo y Bahía
para inmunizar a casi 24
millones de personas.
“Periódicamente, y por razones que son difíciles de predecir, el
ciclo de fiebre amarilla selvática produce
amplios brotes en monos (epizootias).
Estas epizootias se diseminan por corredores selváticos donde los mosquitos Haemagogus y Sabethes transmiten
la enfermedad de un grupo de monos
a otros. Los humanos expuestos a
estos mosquitos pueden enfermarse si
no están vacunados”, explica la OPS en un
comunicado.
La transmisión urbana de fiebre
amarilla ocurre cuando el virus
es trasmitido de humano a humano por el mosquito Aedes aegypti. El
último brote documentado de fiebre amarilla urbana en Brasil ocurrió en 1942.
La fiebre amarilla es una enfermedad
hemorrágica viral aguda que puede resultar en la muerte, pero se puede
prevenir con una vacuna efectiva, segura y
asequible.(Fuente: Noticias ONU).
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