La ONU utiliza la urbe brasileña para ilustrar cómo se puede gestionar con –éxito la migración, proteger los derechos humanos de los inmigrantes y ayudarles a recibir asistencia cualificada.
Las ciudades pueden ser motor de cambio para los migrantes
y refugiados. El rápido y cambiante flujo de personas que huyen de los conflictos,
las malas perspectivas económicas o el cambio climático está provocando un acelerado cambio demográfico en diversas partes del mundo.
Con el
objetivo de abordar estas nuevas dinámicas, la 51ª edición de la Comisión de
Población y Desarrollo comenzó este lunes 09 su andadura anual en Nueva York, bajo el lema “Ciudades sostenibles, la movilidad humana y la migración internacional”.
Durante
la ceremonia inaugural, la vicesecretaria general, Amina Mohammed, destacó que un número
sin precedentes de personas en todo
el mundo “se enfrenta a una grave inseguridad y se ven obligadas a tomar decisiones devastadoras que les obligan
a desplazarse”.
Mohammed destacó
el importante papel que juegan
las ciudades para intentar solucionar este problema, ya que se encuentran a
la vanguardia de la recepción,
asistencia e integración de
migrantes y refugiados.
“Por ejemplo, desde 2013, São Paulo se ha convertido en un ejemplo de
ciudad que gestiona con éxito la migración
a través de su estructura de gobierno y sus instituciones, políticas y legislación”.
La número 2 de la ONU resaltó las campañas de concienciación de la ciudad que se han
concentrado en acabar con la xenofobia,
así como el refuerzo de las políticas
de coordinación de la migración por el Gobierno local y los centros
de ayuda establecidos.
“Las medidas
han ayudado a Sao Paulo a abrazar
su comunidad migrante. Ha ayudado a los inmigrantes y sus familias
a recibir asistencia cualificada y
ha protegido sus derechos humanos”, añadió.
La vicesecretaria general destacó que promover la dignidad y los derechos de
los migrantes, en especial de las mujeres y las niñas, forma parte de los valores
recogidos en el Programa de
Acción de la Conferencia.
Esta agenda reconoce la responsabilidad compartida de proteger a las personas que se encuentran en tránsito, velar por la seguridad y el bienestar de los refugiados, y
establecer vínculos entre el medio urbano y el rural que permitan a todas las personas beneficiarse de los
frutos del desarrollo urbano.
Sin
embargo, “para avanzar en esa dirección se necesita mejorar nuestra comprensión
colectiva de la cambiante situación
en la que estamos trabajando” y abogó por el uso de datos como herramienta que permitirá una mejor
integración del cambio demográfico
en la planificación y las medidas que se deben adoptar.
Finalmente,
destacó que el momento actual es
crucial para efectuar las reformas
del sistema
de las Naciones Unidas en su vertiente dedicada al desarrollo. “Es fundamental que
los Estados Miembros aprovechen esta
oportunidad para garantizar que las Naciones Unidas evolucionen y les
ayuden a responder a la diversidad
demográfica y el dinamismo del mundo actual”.. (Fuente: Noticias
ONU)
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