"Durante la semana pasada, he presenciado de primera
mano los impactos del cambio climático en los estados insulares del Pacífico”,
dijo el Secretario General al concluir su
gira por Oceanía, que le ha llevado por Nueva Zelanda, Fiji, Tuvalu y Vanuatu.
António Guterres destacó que, aunque
esos Estados contribuyen muy poco a la emergencia que se ha creado en torno al
clima de la tierra, “sin embargo, son los más afectados” y añadió: “Para
algunos de ellos, el cambio climático es ahora una amenaza existencial”.
“Los riesgos son demasiado
reales. Se están reubicando pueblos enteros, se están destruyendo los
medios de subsistencia, las personas se están enfermando de dolencias
relacionadas con el clima, y en Tuvalu vi a un país entero luchando para
preservar su propia existencia”, declaró.
Para el titular de la
ONU, lo sorprendente de estos países es que, al enfrentar este enorme desafío,
han decidido que no se están rindiendo.
Están decididos a encontrar soluciones y han desarrollado formas de aumentar su
capacidad de recuperación y adaptación. No solo eso, sino que están liderando
el camino para reducir las emisiones y son un ejemplo que el resto del mundo
debería seguir.
“Su voz es fuerte y clara:
el cambio climático no puede ser detenido solo por los pequeños países
insulares, sino por el resto del mundo”, explicó Guterres antes de señalar que
la lucha contra el calentamiento global requiere la voluntad política para
aprobar medidas de transición en los sectores de la energía, el
transporte, la industria y la agricultura.
Transición para una economía verde
Por eso, en el Pacífico, el Secretario
General siempre ha transmitido tres mensajes urgentes a los líderes
mundiales:
· *Debemos cambiar los impuestos de los
salarios al carbono. Necesitamos gravar la contaminación, no a las personas.
*Debemos dejar de subvencionar los
combustibles fósiles. El dinero de los contribuyentes no debe utilizarse para
impulsar los huracanes y propagar las sequías y las olas de calor, o derretir los
glaciares y blanquear los corales.
*Debemos dejar de construir nuevas
plantas de energía a basa de carbón para 2020. Necesitamos una economía verde y
no una economía gris.
“Lo que pedimos no es
solidaridad, no es generosidad, es un interés propio ilustrado de
todos los que toman decisiones en todo el mundo, porque no solo está en juego
el Pacífico, es todo el planeta. Salvar el Pacífico es salvar todo el planeta”,
finalizó.(Fuente: ONU Noticias).
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