La OIT ha realizado un llamado a la acción urgente para gestionar
mejor el flujo tóxico de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos
(desechos electrónicos) producidos
en el mundo, para poder transformarlo
en una fuente valiosa de trabajo
decente.
En una reunión celebrada en Ginebra,
representantes de gobiernos y de organizaciones de trabajadores y de empleadores
coincidieron en que los gobiernos
debían “aumentar e impulsar las inversiones en infraestructura y sistemas de
gestión de desechos en todos los niveles, según proceda, a fin de gestionar
los flujos en rápido aumento de desechos
electrónicos, de modo que se promueva el trabajo decente”.
Han coincidió también
en la urgencia de proteger a las personas
que trabajan con desechos electrónicos,
que son tóxicos, peligrosos, y perjudiciales
para los trabajadores y el medioambiente.
“Los trabajadores
que manipulan desechos electrónicos
carecen de representantes y de capacidad de negociación, y destruyen materiales
peligrosos con sus propias manos”, dijo James Towers,
Vicepresidente de los trabajadores. “Además,
estos trabajadores desconocen los numerosos
riesgos vinculados a la manipulación
de residuos electrónicos.”
Pese a que los desechos electrónicos
están valorados en 55 mil millones de euros, solo el 20 por ciento se recicla formalmente.
Los desechos
electrónicos están convirtiéndose en un recurso cada vez más importante para los trabajadores informales
de toda la cadena de valor correspondiente a esta actividad, los cuales recuperan, reparan, reacondicionan,
reutilizan, reinventan y reciclan equipos
eléctricos y electrónicos, aportan
servicios y productos novedosos al mercado,
y facilitan una transición a la economía
circular.
“El sector de los desechos electrónicos tiene un gran potencial comercial”, indicó el Vicepresidente
empleador, Patrick Van den Bossche, “Necesitamos redoblar los esfuerzos para la creación de empleos decentes y sostenibles, fomentar un
entorno propicio para las empresas
sostenibles, ofrecer nuevos productos
y nuevos servicios y añadir valor a través de la mejora de la economía circular.”
Cada año, en el mundo se
producen no menos de 50 millones de toneladas de residuos eléctricos y electrónicos.
“En mi país, Nigeria,
y en otros países africanos, el paisaje va cubriéndose de desechos electrónicos “, puntualizó el Vicepresidente
de la parte gubernamental, Aniefiok Etim Essah. Ahora bien, “nuestros jóvenes disponen de la creatividad
y del potencial para aprender destrezas para gestionar esos desechos, dándonos la posibilidad de
aumentar el empleo juvenil.”
La OIT es miembro
de la
Coalición de las Naciones Unidas sobre Desechos Electrónicos, creada
para aumentar la colaboración, forjar alianzas y asistir mejor a los Estados frente al problema de los desechos electrónicos. (Fuente: OIT).
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