El informe anual Estadísticas Mundiales de Salud muestra que, por cada muerte por COVID, se perdieron de media 22 años de vida.
La pandemia ha alejado a muchos indicadores relacionados con la salud de su objetivo y ha contribuido a las desigualdades en el acceso a una atención médica de alta calidad y la vacunación. Como resultado, se han invertido las tendencias positivas en lo que respecta al paludismo y la tuberculosis, y disminuyó el número de personas que recibieron tratamiento para enfermedades tropicales desatendidas.
A pesar de los avances generales en materia de salud, el porcentaje de muertes que, cada año, causan las enfermedades no transmisibles ha aumentado de manera constante, y hoy son las responsables de casi tres cuartas partes de todas las vidas que se pierden cada año.
De continuar esta tendencia, se prevé que, a mediados de siglo, representen alrededor del 86% de los 90 millones de defunciones anuales.(Fuente: Noticias ONU, Foto: UNICEF/Rupadhayay).
No hay comentarios:
Publicar un comentario