Tras su retorno de Rusia, luego de asistir a la cumbre del
G-20, el presidente estadounidense Barack Obama, retomó sus contactos en el
plano local, para conseguir el apoyo de los parlamentarios de su país a la
intervención militar de carácter limitado contra objetivos sirios.
Esto como
una respuesta al uso de armas químicas en la guerra civil que se libra en ese país árabe y que se atribuyen al
gobierno de Al- Assad
De otro lado, el Secretario de Estado John Kerry, logró el respaldo de los ministros de exteriores de
la Unión Europea (UE) , quienes señalaron
que existen evidencias que apuntan a la responsabilidad del régimen de Damasco
en el ataque químico del pasado 21 de agosto y apoyaron darle una respuesta clara y contundente, según explicó la alta representante
de la UE, Catherine Ashton.
El jefe de la diplomacia norteamericana se ha mantenido muy activo, y se ha
desplazado a París para reunirse con el titular de exteriores francés, Laurent
Fabius., donde recalcó de nuevo que no intervenir sería un riesgo más
importante que la propia acción militar.
Kerry ha recalcado que el presidente Barack Obama no ha decidido si esperará a
la presentación del informe de los expertos de la ONU sobre el ataque químico.
Entre tanto el gobierno ruso se mostró en contra de una probable intervención
militar en el país árabe, y los rebeldes sirios –según las agencias de
noticias-enfatizaron que las operaciones terrestres deberían seguir en sus
manos, pidiendo a Estados Unidos, que de darse una intervención, se limite a la destrucción de objetivos
estratégicos del ejército sirio y más no a la presencia de tropas de ese país.(resumen
agencias)
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