Hasta el 28 de junio, el continente ha
notificado 1821 casos en trece países, de
los cuales solo 109 están confirmados por laboratorio en nueve países.
Sin embargo, hay un gran número de casos sospechosos en la región, el
81% de ellos en la República Democrática del Congo, lo que subraya la necesidad
de aumentar la capacidad de diagnóstico.
Aunque todos los países africanos disponen de
las máquinas necesarias para detectar la viruela del mono, gracias al
refuerzo de los laboratorios a raíz del COVID-19, muchos carecen de reactivos y,
en algunos casos, de formación para la recogida, manipulación y análisis
de las muestras.
La OMS está trabajando para conseguir 60.000 pruebas.
Fuera de los seis países de África con
antecedentes de transmisión humana, también se ha notificado la viruela
del mono en tres países que no habían tenido
anteriormente ningún caso: Ghana, Marruecos y Sudáfrica, que ha
confirmado la enfermedad en dos pacientes sin antecedentes de
viaje, lo que sugiere que existe una gran posibilidad de transmisión local.
"La propagación geográfica de la viruela
del mono a zonas de África en las que nunca se habían detectado
casos es una señal preocupante",
dijo la doctora Matshidiso Moeti, directora regional de la OMS.
"Es fundamental que apoyemos los esfuerzos nacionales para
impulsar la vigilancia y el diagnóstico de laboratorio,
que son las piedras angulares del control de la enfermedad".(Fuente:
Noticias ONU), Foto: OPS México)..
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