El Programa indica que, para el
año 2100, las ciudades de todo el mundo podrían aumentar su temperatura
una media de 4 °C, exponiendo a la población urbana a condiciones
que dañarán su salud, productividad y calidad de vida.
Entre las alternativas para rebajar las temperaturas de las ciudades de forma sostenible se apunta a las herramientas que nos proporciona la propia naturaleza, como los bosques, los cinturones verdes y los parques dentro y alrededor de las ciudades.
Los beneficios de estas medidas están bien documentados, pero es necesario comprenderlos mejor y aprovecharlos para aumentar su aplicación y provocar un cambio a nivel mundial.
Los municipios, grupos de municipios o gobiernos
regionales que se comprometan con la iniciativa deberán aumentar el
número de acciones para el año 2030 y demostrar los progresos efectuados
en el 2025.(Fuente: Noticias ONU, 16.11.2022, Foto: Unsplash/chuttersnap).
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