Tres meses después de que el huracán
María asolara Dominica el 18
de septiembre, la población de la isla sigue muy afectada. El huracán
de categoría 5 dejó a 31 personas muertas y cerca de 57.000 personas
afectadas.
Sin embargo, la fase post-emergencia representa una serie de oportunidades para reconstruir mejor y aumentar la
resiliencia de la isla caribeña.
"La situación está bastante mejor, pero sigue siendo difícil para muchos", dijo Luca Renda, el líder del equipo de respuesta de las Naciones Unidas a la crisis en Dominica y coordinador del
programa del PNUD en la isla, en una entrevista con Noticias
ONU.
“Las necesidades básicas están cubiertas. La gran mayoría de los niños van a la escuela y las tiendas y mercados han reabierto. Sin embargo, un tercio de la población permanece desplazada, quedándose en casa de familiares o amigos. Solo un 10% tiene electricidad, y una tercera parte no tiene acceso directo al agua (potable)”, detalla Renda.
“Las necesidades básicas están cubiertas. La gran mayoría de los niños van a la escuela y las tiendas y mercados han reabierto. Sin embargo, un tercio de la población permanece desplazada, quedándose en casa de familiares o amigos. Solo un 10% tiene electricidad, y una tercera parte no tiene acceso directo al agua (potable)”, detalla Renda.
Para reconstruir e inyectar el efectivo
necesario en las comunidades, más de
800 dominiqueses afectados por el huracán
recibieron capacitación y fueron empleados
temporalmente como parte del Programa
Nacional de Empleo, para limpiar escombros alrededor de instalaciones de salud, carreteras, escuelas
y también en ríos.
La estrategia respaldada por el PNUD busca colocar a las personas
afectadas en el centro del proceso
de recuperación. Casi la mitad del
número total de trabajadores contratados
temporalmente son mujeres,
ganando, hasta mediados de 2018, más del doble del salario mínimo dominicano.
“Es una oportunidad para reconstruir mejor”, asevera Renda. “Hemos revisado los códigos de construcción para que se adapten a un huracán de categoría 5. Hemos traído a expertos internacionales. También hemos puesto en marcha un programa de certificación y entrenamiento para constructores e ingenieros, que va a permitir que en la reconstrucción se adopten prácticas que hagan las estructuras más resistentes”, explica.
La ONU busca también fortalecer la economía, trabajando conjuntamente con el gobierno. La agricultura, en particular, será un sector prioritario, ya que emplea al 25% de la mano de obra de Dominica.
“Estamos entrando en una nueva era, donde tenemos que prepararnos y adoptar nuevas prácticas de desarrollo, de construcción y de manejo de la economía, porque no hay otras opciones. Las islas del Caribe necesitan reconstruir mejor y adoptar soluciones para ser más resilientes”, afirmó Renda. (Fuentes: Radio ONU y Centro de Noticias ONU).
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