La energía solar presenta problemas de
financiación en Europa del Este. Como alternativa, el Programa de la ONU para el Desarrollo
colabora por primera vez con una empresa financiada a través de
criptodivisas para que una de las grandes universidades de Moldavia
utilice el sol como fuente
de energía.
En ciertos países en
desarrollo, resulta complicado utilizar estos instrumentos, dado que los
préstamos bancarios necesarios para comprarlos presentan un
precio muy elevado.
Sun Exchange es una empresa que
ofrece a los usuarios la posibilidad de comprar paneles y alquilarlos a
hospitales, escuelas y otras entidades utilizando su divisa nacional o SolarCoins, una
moneda digital introducida por la compañía ElectriCChain.
La agencia de las Naciones Unidas
coopera con esta entidad para que la Universidad
Técnica de Moldavia pueda emplear los rayos
del sol como fuente de energía.
Una vez se han
comprado todos los paneles necesarios
para el proyecto, los arrendatarios comienzan a utilizarlos y
a pagar por cada unidad de electricidad generada. Al cabo de veinte años, ellos
adquieren la propiedad de los
paneles y los antiguos
propietarios reciben SolarCoins dependiendo
de la cantidad de energía producida durante ese período.
“No es
de extrañar que este sea el mercado de
criptodivisas de más rápido crecimiento. El sistema cuenta con todos los incentivos
correctos: reduce drásticamente los costes
de utilizar energía solar y
facilita que cualquier persona en
cualquier lugar pueda tener un panel solar y, con él, crear una fuente estable de remuneración por medio de la luz”, indica Abraham Cambridge, fundador y director general de Sun
Exchange.
En Moldavia, se
importa el 74 % de la energía, por lo que
los precios han aumentado más de un 50 % en los últimos cinco años. Ante esta
situación, poder producir y utilizar su propia energía parece la mejor alternativa.
Para satisfacer
las necesidades de la institución, se estima que se requiere cerca de 1 megavatio de potencia pico.
Después de veinte años, la iniciativa
tendrá cero costes para la universidad, que será la propietaria de la instalación.
Con 15.000 kilómetros cuadrados de superficie, se espera que la iniciativa satisfaga sus necesidades energéticas por medio de la
energía solar y que ahorre de manera considerable.
En junio, el Programa
para el Desarrollo establecerá un fondo
piloto para concienciar sobre
cómo tener acceso y promover la energía
solar, pero también para poder
replicar el modelo en otros lugares.
“Este
mecanismo de financiación alternativo ayuda
a las ciudades, los
negocios y los hogares a satisfacer sus necesidades básicas cumpliendo con varios Objetivos Mundiales al mismo tiempo”, señala Dumitru Vasilescu, el director de programas de la agencia. “En última instancia, esto podría revolucionar
los mercados energéticos de Europa Oriental y Asia Central” (Fuente: Noticias ONU).
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