martes, 22 de mayo de 2018

No tenemos mucho tiempo para preservar la biodiversidad

Hoy, 22 de mayo, se cumplen 25 años del Convenio sobre la Diversidad Biológica que, desde 1992, se ha ido aplicando a través del trabajo de los países, las organizaciones internacionales, las comunidades indígenas y locales, los expertos y la sociedad civil. Con motivo de ello, se celebra el Día Internacional de la Diversidad Biológica, en el que la ONU recuerda que la protección de los ecosistemas constituye una preocupación global.
 
Antonio Guterres ha aprovechado la ocasión para reiterar que la buena gestión de las áreas naturales constituye un requisito para garantizar nuestro futuro y el de las generaciones venideras: las actividades agrícolas representan un medio de subsistencia y contribuyen a la alimentación de millones de personas en el mundo; los bosques albergan una amplia variedad de productos para la explotación, purifican el aire y garantizan un agua más limpia.
 
Ha explicado que los Estados parte del Convenio comenzarán a trabajar en un nuevo plan de actuación para garantizar, de cara a 2050, que se preserve la biodiversidad “de la mejor manera posible”.
 
“El mundo entero debe sumarse a esta iniciativa”, indicó e instó “a los Gobiernos, las empresas y la población de todo el planeta a que actúen para proteger la naturaleza que nos sustenta”.
 
En su mensaje, Cristiana Paşca Palmer, secretaria ejecutiva del Convenio, destacó que la biodiversidad está en el núcleo de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible: su deterioro abarca otros desafíos, como el cambio climático, el agua, la inseguridad alimentaria y la salud pública, que “pueden conducir a consecuencias catastróficas para la existencia humana en el planeta”, advirtió la representante.
 
Preservar la naturaleza es una de las responsabilidades de la comunidad internacional. “No tenemos mucho tiempo, pero tenemos mucho poder si trabajamos juntos, de manera colaborativa, para cambiar la forma en la que usamos la naturaleza y la biodiversidad”, añadió.
 
Pese a ser conscientes de sus beneficios, “la pérdida de biodiversidad persiste en todo el planeta”, ha denunciado el Secretario General de las Naciones Unidas.
 
De hecho, los bosques naturales de todo el mundo han pasado de unos 10,6 millones de hectáreas en la década de 1990 a 6,5 millones de hectáreas entre 2010 y 2015, y se han extinguido cerca de 150 razas de ganado doméstico entre 2000 y 2018.
 
Sin embargo, una investigación de la revista BioScience señala que las tendencias actuales de estabilización de la población, mitigación de la pobreza y urbanización favorecen a la conservación del medioofrecen nuevas esperanzas para la biodiversidad.

"Haciendo deducciones razonables a partir de los patrones actuales, podemos predecir que dentro de 100 años la Tierra podría estar habitada por entre 6 y 8 mil millones de personas, y muy pocas permanecerán en la pobreza extrema, la mayoría vivirá en pueblos y ciudades, y casi todas participarán en una economía de mercado interconectada e impulsada por la tecnología", dice el resumen del estudio.

Según la investigación, la clave se encuentra en una gestión eficaz de la urbanización: las ciudades llevan a las personas a tener familias más pequeñas y a aumentar sus ingresos, por lo que pueden optar por conservar la naturaleza a través de sus decisiones de compra y sus estilos de vida. (Fuente: Noticias ONU).

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