El régimen sirio, se encuentra cada vez más aislado en el mundo, por las medidas represivas implementadas por sus fuerzas armadas, según grupos de derechos humanos, con el empleo de carros blindados de combate, los mismos que han causado pérdida de vidas humanas en las ciudades de Hamas y de Deir el-Zour.
La comunidad internacional ha reaccionado condenando enérgicamente las represalias del gobierno sirio, imponiendo sanciones y demandando un cese inmediato de los ataques contra civiles. Países como Francia y Alemania han reiterado sus condenas.
La Unión Europea (UE) , por medio de la jefa de política exterior Catherine Ashton, dio la bienvenida a la declaración presidencial del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para condenar a las autoridades sirias por el uso de la fuerza contra civiles y los responsabilizó por las violaciones generalizadas de derechos humanos.
Por su parte, Amnistía Internacional-AI, consideró que la declaración del Consejo de Seguridad no tenía el carácter de vinculante, por haberse efectuado a nivel presidencial; y además no tomaba en absoluto medidas decisivas.
La organización ha pedido reiteradamente al Consejo de Seguridad de la ONU que remita la situación en Siria a la Corte Penal Internacional, como hizo en el caso del gobierno de Libia en febrero, tras la represión violenta de las protestas allí.
De otro lado, las naciones árabes se unieron al coro de condena internacional hacia el régimen del presidente sirio Bashar Assad, luego que Bahrein, Kuwait y Arabia Saudí retiraron a sus embajadores mientras tropas sirias atacaron nuevamente con artillería y ametralladoras una ciudad asediada.
En tanto la Agencia Oficial siria SANA, en sus despachos informativos negó la actuación de tanques en la ciudad de Deir el-Zour., pero reconoció que algunas unidades del ejército, a petición de las tribus locales , habían sido utilizadas en derribar barricadas ubicadas en el ingreso de la ciudad, para reestablecer la vida normal (resumen agencias)
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