Mientras la atención mundial se centro en los últimos acontecimientos de Libia y los medios de comunicación social dedican más espacios a sucesos políticos que vienen ocurriendo en Egipto, Marruecos, Yemen e incluso en otros países africanos, sin embargo, muy pocos se ocupan de las protestas que con algunas dificultades se organizan en Yibuti, en el denominado “Cuerno de África”.La tranquilidad en este pequeño país, se vio alterada por el deseo de su actual gobernante Ismaël Omar Guelleh, de querer acceder a un tercer mandato y para lo cual logró efectuar modificaciones en la Constitución el año pasado, lo que produjo como era de esperarse movilizaciones populares de protesta, las cuales han sido reprimidas por las fuerzas policiales del régimen.
La última protesta que se venía organizando en el centro de Yibuti, el 4 de marzo, fue dispersada por un gran despliegue conjunto del ejército, gendarmería y policía que ocupó la plaza y obligó a suspender este acto de protesta y retirarse a sus hogares a la población. Previamente el Ministerio del Interior había denegado la solicitud de la convocatoria aduciendo que el 18 de febrero se produjeron disturbios que alteraron el orden público.
El líder opositor Ismaël Guedi Hared, perteneciente a la Unión para una Alternativa Democrática- UAD anunció que están evaluando nuevas estrategias para lograr el éxito en sus manifestaciones, ante el fracaso de la última convocatoria por acción del gobierno y algunas detenciones de sus dirigentes.
Yibuti es una república semipresidencialista donde el poder ejecutivo recae en el gobierno y el poder legislativo en el gobierno junto al parlamento. El presidente es el jefe de estado y nombra a un Primer Ministro como jefe de gobierno. La Cámara de Diputados de Yibuti, el parlamento del país, está formada por 65 miembros.(resumen agencias)
No hay comentarios:
Publicar un comentario