El nuevo fondo
trabajará con los veinte países
miembros y asociados de la Comunidad
del Caribe (CARICOM, por
sus siglas en inglés) y con naciones de
Mesoamérica en cuestiones sobre el cambio
climático.
Según el acuerdo firmado el 8 de marzo, México y la FAO apoyarán el diseño y
la ejecución de proyectos para obtener recursos de fuentes como el Fondo Verde para el Clima y el Fondo para el Medio Ambiente Mundial.
“Con
estos fondos de México, la FAO podrá
preparar proyectos de inmediato y
movilizar recursos. El carácter
multiplicador de este fondo es muy importante, ya que cada dólar invertido se
multiplica. Creo que podremos movilizar hasta 300 millones de dólares para los países del Caribe”,
explicó el director general de la FAO, José Graziano da Silva.
El Fondo
también luchará por fortalecer las
agencias e instituciones caribeñas
involucradas en la adaptación y resiliencia
ante el cambio climático,
promoviendo la cooperación sur-sur
con otros países de la región.
La FAO
estima que se necesitan cien mil millones de dólares para mitigar el cambio climático en América
Latina, por lo que llama a los
gobiernos a invertir en programas ambiciosos a
gran escala.
“Todos
los países tienen la necesidad de
acceder a todos los fondos disponibles,
independientemente de su nivel de desarrollo.
El cambio climático es un desafío
mundial, y la cooperación internacional
es la única forma de enfrentarlo”, dijo da Silva.
Actualmente dieciocho países de la región están trabajando con la FAO para desarrollar cuarenta y cinco proyectos del Fondo
para el Medio Ambiente Mundial,
mientras que siete países están
creando ambiciosas propuestas de financiación para el Fondo Verde del Clima.
“Para los pequeños
Estados insulares en desarrollo en el Caribe, el cambio climático es una cuestión de vida o muerte”,
dijo el director general de la FAO, quien explicó que, debido a su pequeña
área geográfica, aislamiento y exposición, los efectos de este fenómeno se
agravan.
La FAO
ayuda a estos pequeños Estados a
integrar el sector agrícola en las prioridades del cambio climático y las contribuciones determinadas a nivel
nacional.
El proyecto del Sector Pesquero del Caribe
Oriental está trabajando en siete países
(Antigua y Barbuda, Dominica,
Granada, Saint Kitts y Nevis, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas y
Trinidad y Tobago).
La iniciativa desarrolla las capacidades de
los pescadores al mismo tiempo que
mejora la gobernanza de la pesca e introduce medidas de adaptación al
cambio climático en este sector, que
resulta clave para garantizar la seguridad
alimentaria en el Caribe. (Fuente:
Noticias ONU).
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