Tras el devastador
paso de los huracanes Irma y María por el Caribe Oriental, UNICEF emprendió
un innovador
sistema para ayudar a los niños
y las familias necesitados: las transferencias de efectivo, que permiten cubrir las necesidades más urgentes.
Un claro ejemplo del
funcionamiento de este programa se
da en la isla de Dominica, donde beneficia a más de ocho mil
familias que reciben entre 90 y 239 dólares, según el número de menores por hogar. Esta
iniciativa liderada por el Gobierno
dominiqués cuenta con el apoyo del Fondo de la ONU para la Infancia y el Programa Mundial
de Alimentos.
En el programa
participan familias que han de cuidar de menores o personas mayores
y carecen de recursos o ingresos regulares. El dinero se destina normalmente a la compra de comida, ropa, productos de
higiene y al pago de la vivienda temporal.
Douglas
Reymer,
asesor regional de emergencias del Fondo
para la Infancia, calificó el
sistema de transferencias de efectivo como innovador para las Naciones
Unidas, la comunidad internacional
y particularmente para Dominica.
“El
refuerzo y el apoyo al sistema de protección social a través de las transferencias de bonos sociales a los niños
y sus familias ha sido una labor
importantísima para proveer directamente a las familias el apoyo necesario
para que retomaran sus vidas, para
que compraran lo esencial. Al mismo tiempo, ha fortalecido el sistema de la propia isla, o sea, el sistema local de protección
social. Yo creo que este es un modelo
que UNICEF puede repetir en otros
lugares. Es un modelo que a la vez
que apoya a las familias refuerza el
sistema nacional para ese y futuros eventos y desastres”.
La prestación de apoyo psicosocial y de integración en las escuelas ha sido otro de los programas más importantes llevados a cabo por UNICEF en el Caribe Oriental. Solo en Dominica,
casi 10.000 niños se han beneficiado
de estas ayudas junto con el disfrute de actividades
lúdicas y espacios seguros. (Fuente:
Noticias ONU).
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