El famoso
astrofísico Stephen Hawking falleció el 14 de marzo a la edad de 76 años. En
medio de su declarado ateísmo y pese a que negó la existencia de Dios, compartimos
un aspecto que lo relaciona con el
Vaticano.
A finales de
noviembre de 2016, Hawking llegó al Vaticano para dar una conferencia sobre el
origen del universo, motivando varios cuestionamientos a la presencia del
declarado ateo en el corazón de la Iglesia Católica.
El hecho
no fue nada extraordinario, ya que desde hacía algún tiempo el astrofísico era miembro de la Pontificia
Academia para las Ciencias, en la que participan 80 de los
científicos más brillantes del mundo, y estaba en el Vaticano para su encuentro
anual.
La
religión no es un criterio de membresía en la Pontificia Academia de las
Ciencias. El presidente de la institución, Werner Arber, Premio Nobel de
Medicina de 1978, es protestante. También figuran entre sus miembros creyentes
de otras religiones.
Esta
política de membresía abierta existe porque la Pontificia Academia de las
Ciencias está concebida como un lugar donde la ciencia y la fe puedan
encontrarse y discutir. No es un foro confesional, sino un lugar donde es posible tener una discusión abierta y examinar los
futuros avances científicos.
El canciller de la
Pontificia Academia para las Ciencias, Mons. Marcelo Sánchez Sorondo, recordó
que le preguntó a Hawking si había llegado a la conclusión que Dios no existe
como científico o sobre la base de su experiencia de vida.
A la pregunta,
explicó el Prelado, “Hawking tuvo que reconocer que su afirmación no tenía nada
que ver con la ciencia”.
Mons.
Sánchez Sorondo dijo además que “el científico descubre cosas que no había
puesto ahí. Cuestionarse quién puso esas cosas ahí es un asunto teológico. El
científico solo las descubre, el creyente ve en ellas la presencia de Dios”.
Durante su
conferencia en el Vaticano en noviembre de 2016, Stephen Hawking rindió
homenaje al P. Georges Lemaitre, Presidente de la Pontificia Academia de las Ciencias
entre 1960 y 1966.
Hawking
dijo que el sacerdote belga era el verdadero padre de la “Teoría del Big Bang”
y no el físico George Gamow.
“Georges
Lemaitre fue el primero que propuso un modelo según el cual el universo tenía
un principio muy denso. Él, y no George Gamow, es el padre del Big Bang”,
dijo.
En
el marco de su visita al Vaticano en 2016, Stephen Hawking fue recibido por el
Papa Francisco, años atrás se encontró también con el Papa Emérito Benedicto
XVI.
.El astrofísico tuvo ocasión de conocer a San Juan
Pablo y al Beato Pulo VI (Fuente:ACIprensa)
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